Carles Puyol, cuestión de fe

Hace unos meses, más concretamente en Junio, tuve la oportunidad de acompañar al equipo Alevín del Real Club Deportivo de A Coruña a ...



Hace unos meses, más concretamente en Junio, tuve la oportunidad de acompañar al equipo Alevín del Real Club Deportivo de A Coruña a disputar el Torneo Liga Promises (antiguo Torneo de Brunete) a la localidad castellonense de Villarreal. En la jornada inagural, previa al inicio de competición, se disputó un partido de exhibición entre los niños de todos los clubs de la Primera División española y algún exfutbolista profesional como Raúl, Morientes, Julen Guerrero, Gica Craioveanu, Marcos Senna,...Era un partido para divertirse, para jugar al trote, sin embargo había un exfutbolista en el campo que disputaba todos los balones y le ponía al partido más intensidad que el resto de chavales juntos. Hoy en "Personajes Del Balón" repasamos la historia de un futbolista único e irrepetible: Carles Puyol.

Hace 38 años nacía en Puebla de Segur (Lleida) el hijo más pequeño de una familia humilde con el nombre de Carles. Este chaval de pelo abundante y castaño se convertiría muchos años después en un emblema para todo el fútbol mundial. Un ídolo de carne y hueso acababa de nacer.

Puyi empezó a jugar a caballo entre el patio del colegio y el campo de tierra de su pueblo. Y lo hacía de PORTERO. Cuentan los que le vieron jugar en esa demarcación que tenía unos reflejos felinos que le permitían llegar a todos los balones. Al poco tiempo empezó a tener problemas de espalda y su madre le dijo que tenía que dejarlo. Para él esa no era una opción. Simplemente se tuvo que adaptar. Así que guardó los guantes y comenzó a realizar la tarea contraria: meter goles como delantero centro.

En esta posición va quemando etapas hasta que a los 17 años se le presenta la posibilidad de fichar por el Real Zaragoza. Puyol no se lo piensa dos veces y se adelanta a los acontecimientos. Se levanta a las 6 de la mañana todos los días para entrenar como un loco y así llegar en la mejor forma física posible a la capital aragonesa. Cuenta su entrenador de juveniles del equipo de su pueblo que por aquel entonces le cargaba a la espalda los dos palets que utilizaba el club para allanar el campo de tierra en los días de partido. Con ese peso a la espalda hacía series de velocidad para adquirir mayor potencia. Impensable hoy en día!

Antes de firmar por el Zaragoza, Puyol consigue una prueba en el club de sus amores, el Fútbol Club Barcelona. Una prueba que se convertiría con el paso de los años en la más larga de la historia de la cantera culé. Se pasó la friolera de 30 días a examen. Todos los días lo convocaban para entrenar al día siguiente, pero no le decían nada más. Así durante un mes.

A pesar de sus condiciones físicas, Carles no encaja como jugador en la Masía debido a sus "carencias" técnicas, pero su fe mueve montañas y acaba firmando. En los juveniles del Barça gana Liga y Copa contra el Real Madrid jugando de extremo y metiendo un gol en la final copera.

El tiempo pasa y Puyol no ve posibilidaes más allá del filial. Se le presentan ofertas: Málaga y Racing de Santander. Pero el sentimiento culé le puede y se queda en el club. Estos son los momentos básicos en la vida de una persona, momentos en los que hay que tomar decisiones. Y él tuvo la suerte de escoger bien y seguir el camino correcto.

En la temporada 99/00 Reiziger se lesiona de gravedad y Van Gaal le da a Carles la alternativa en Valladolid. Puyol había conseguido su sueño, pero no le llegaba, quería más. Tras un año entero alternando el filial con el primer equipo llega su examen definitivo: el Real Madrid visita el Nou Camp en la vuelta de Figo a Barcelona. Pitidos, cabezas de cochinillo y botellas de whisky aparte, aquel partido es recordado por el marcaje de Puyol al portugués. Una locura! El chaval ha aprobado el examen con nota y ya tiene su sitio en el campo.


Los siguientes 5 años del club son para olvidar, sin juego, sin identidad, sin títulos,...Todo empieza a cambiar en 2005, año en el que ya como capitán levanta el título de campeón de Liga y un año después la Copa de Europa ante el Arsenal. Éste fue el único partido en el que su padre pudo verlo en directo sobre el campo, pues falleció meses después en un desgraciado accidente laboral. Si, a pesar de ser uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla su padre seguía trabajando. Sabiendo esto, quizás, se entiende un poco mejor su forma de jugar y de entender el fútbol. La genética está ahí.

Los logros y títulos que vinieron después son conocidos por todo el mundo. Pero hoy creo que era importante ahondar un poco en el pasado de Puyol para poder entender muchas actitudes que nos mostró sobre el césped, como aquella vez que recriminó a sus compañeros por un "bailecito" que se marcaron celebrando un gol; o aquella otra vez que le quitó de la mano a Piqué un mechero que le habían tirado desde la grada para evitar que se "chivara" al árbitro. Así era Puyol sobre el campo. Una prolongación de su vida. Un tío humilde, tímido, ajeno a los focos, que hacía su trabajo a la perfección.


En cuanto a su juego me he cansado de escuchar que Puyol era malo técnicamente. Y yo me río solo cada vez que escucho esta afirmación. Me parece un sacrilegio. ¿Malo? En todo caso sería limitado en las acciones ofensivas, porque defensivamente me parece muy difícil encontrar un jugador con tanto talento. Si, he escrito bien. El talento defensivo también existe y Puyol era un 10. Si uno repasa los fundamentos técnicos defensivos individuales tenemos: la entrada, la carga, la interceptación, el tackle y el despeje. Decidme uno sólo donde no destaque...

Igual que su ídolo Maldini, Carles era un defensa fuerte, rápido, contundente, con buen sentido de la orientación, limpio (78 tarjetas amarillas y 2 rojas en 593 partidos). Pero si me tengo que quedar con algo de él es con dos aspectos:

-su nivel de atención y concentración era supremo y lo mantenía durante los 90 minutos de cada partido de cada temporada.

-su inteligencia, me explico...Puyol es de esos jugadores que piensan más rápido que el resto y que por ello son capaces de adelantarse a los acontecimientos. Él tenía un sexto sentido para saber en que zona iba a caer el balón y así se anticipaba (como Raúl González, pero en defensa).

Además de estas virtudes innatas Puyol sólo sabía jugar con una marcha: al 100%. No le valía dar el 99%. Él tenía que vaciarse en el campo. Él entendía el juego de esta forma. Y así fue como después de 40 lesiones (casi todas traumáticas y una muy grave en la rodilla derecha) dejó el fútbol. Puyi tenía dos años más de contrato, pero no iba a poder dar ese 100% y decidió rescindirlo. La palabra "HONESTO"  se me queda pequeña. Ésta y otras muestras más son las que me hacen sentir nostalgia de jugadores así. Hoy en día vemos que hay brazaletes de capitán en brazos de jugadores que pasan inadvertido. Puyol es el CAPITÁN con mayúsculas. Un ejemplo, un líder, un trabajador incansable, siempre buscando el bien común del equipo. Esto es oro en cualquier plantilla.


Puyol es ese capitán que le da su brazalete a Abidal para que sea él quien reciba la Champions del 2011, reconociéndole su sacrificio en su batalla contra su enfermedad: "Te lo mereces Abi" le dijo en la escalerilla de subida al palco.

Puyol es ese capitán que le ofrece el título de Liga de 2013 a Tito Vilanova y le hace levantar la copa delante de un Nou Camp rendido.

Puyol es la cabeza que pone a una selección en la final de un Mundial por primera y única vez en su historia, tras pedirle permiso al seleccionador para poder ejecutar un córner como él y Xavi lo hacen en su equipo.

Pasará el tiempo. Llegarán otros jugadores muy buenos, pero sólo los mejores serán recordados tras el paso de los años. Yo creo que no sólo los barcelonistas están en deuda con él. Todos los que amamos este deporte le debemos mucho a Carles Puyol i Saforcada.

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