La justicia del banquillo

Siempre tiendo a defender la teoría de que el fútbol no es más que una prolongación de la vida. Muchos de los valores y conocimientos...



Siempre tiendo a defender la teoría de que el fútbol no es más que una prolongación de la vida. Muchos de los valores y conocimientos que vas adquiriendo en la vida real pueden ser útiles para utilizar en este deporte.

En la vida de cualquier persona, en la que vivimos cualquiera de nosotros, apreciamos un patrón que se repite constantemente en momentos puntuales y que nos conduce a la conclusión siguiente: "la vida no es justa". Aludimos a esta aseveración cuando nos tocan vivir de cerca situaciones complicadas: enfermedades graves, pérdidas de personas cercanas, rupturas de contratos de trabajo,... Estos golpes que nos ha tocado vivir a todos en alguna ocasión te dejan tambaleando durante una temporada, en medio de un mar de dudas y preguntas. Sin embargo, con el paso del tiempo aquellos momentos pasan a convertirse en experiencias de las que aprendes y de las que debes de sacar conclusiones positivas.

El fútbol, como símil de la vida, es injusto en infinidad de ocasiones, y esta es una de las razones que lo convierten en un deporte tan atractivo. Hace unos días nos enterábamos de la destitución de la última persona capaz de hacer un MILAGRO (sí, con letras mayúsculas) en un fútbol profesional tan previsible como el actual. Claudio Ranieri, ese entrenador de sonrisa entrañable, fue contratado la temporada pasada por los directivos del Leicester City para lograr la permanencia del equipo de una manera más holgada que la conseguida en la temporada 2014/15.

Lo que nadie en el mundo se esperaba cuando contrataron al veterano técnico italiano es que, además de la permanencia, Ranieri escribiría la página más brillante de la historia del club inglés, consiguiendo por primera vez la Premier League para los "foxes". Ni siquiera se lo imaginaban esos 4 fanáticos hinchas del Leicester  que pronosticaron la victoria final de su equipo en las famosas casas de apuestas británicas. Estoy seguro que los 4 estaban en dudosas condiciones al hacer su inversión.

Los meses fueron pasando y el equipo de Claudio no cedía. Todos los que queremos este deporte animamos desde la distancia al pequeño equipo inglés y celebramos la victoria final de David sobre Goliat. Pasarán muchos años hasta que una gesta similar pueda repetirse. Y pasarán aun más años hasta que sea olvidada.

Hoy, 8 meses después de aquello, Ranieri seguía logrando el objetivo por el que había sido contratado: la permanencia del equipo en la Premier League. No sólo eso, sino que también mantenía al equipo con vida en las eliminatorias de la Champions League. En un fútbol tan resultadista como es el actual esto debería ser más que suficiente,

¿Qué ha pasado entonces? ¿Qué ha llevado a los dirigentes a tomar la decisión de destituir al entrenador? Ya respondo yo a la pregunta: el club ha muerto de éxito. Dicen que es tan importante saber ganar como saber perder. Y estos directivos no han sabido ganar, porque se han puesto unos objetivos ilógicos debido a los éxitos pasados. Han perdido la perspectiva real de la situación. No hay nada peor en el fútbol que despegar los pies del suelo. Cuanto más alto vueles más grande puede ser la caída.

No me gusta jugar a las hipótesis y preguntarme "qué hubiera pasado si..." pero me voy a saltar la regla de manera excepcional. Si el Leicester hubiese terminado la temporada pasada clasificado en una cómoda décima posición, ¿hubiese tomado la directiva la misma decisión que ahora? Dejo la pregunta en el aire para que reflexionéis.

Con el despido de Ranieri el club inglés ha perdido muchas de las simpatías que se había ganado tiempo atrás y son innumerables las muestras de apoyo al entrenador italiano. Para más inri el equipo ha ganado el siguiente partido tras la destitución por 3-1 al Liverpool... Piensa mal y acertarás. De momento yo ya pongo en duda a los jugadores.

Este es sólo un  ejemplo de lo injusto que puede llegar a ser el fútbol, como la vida misma. Cada semana se despide a algún entrenador en una liga profesional, aunque la repercusión es menor que en este caso. Estoy seguro que Claudio Ranieri sacará la parte positiva de todo esto y adquirirá un aprendizaje. Esto no debe de ser más que una simple cicatriz en su extensa carrera.

En un mundo como el actual en el que todo el mundo cree saber más que el entrenador PROFESIONAL que se sienta en un banquillo de un equipo PROFESIONAL debería de existir un poco más de respeto por el trabajo que ejerce día a día (no solo el domingo) el míster de turno. Pero ya se sabe, de fútbol y de política todo el mundo entiende. Por ello, desde mi humilde blog, quiero mandar mi apoyo a todos esos profesionales que están pasando una situación delicada como es una destitución, aunque muchas veces esa no sea la solución y NUNCA sea la única causa del mal momento de un equipo. Pero este mundillo está montado así y la cuerda siempre rompe del mismo lado. Al fin y al cabo, nadie se atreve a rescindir el contrato de X jugadores en medio de la temporada. Son las consecuencias de la SOLEDAD DEL ENTRENADOR.

Artículos relacionados

0 comentarios

Flickr Images