He imaginado muchas veces cómo sería este momento, qué pensaría, qué sentiría, qué emociones tendría... Por mucho que uno se prepare para decir "adiós" todo es más difícil cuando llega la hora de hacerlo. Intentaré por medio de esta carta haceros llegar lo más fehacientemente posible todos los sentimientos que tengo dentro.

Como muchas veces comentamos en casa, llegué al Club siendo padre de un niño de 3 años y me voy siendo padre de familia numerosa. Me han volado estos cuatro años y si miro atrás  todo este tiempo no puedo más que esbozar una sonrisa. Llegué yo solo, sin conocer a nadie y me voy con una mochila cargada de buenos momentos y un sinfín de buenas personas, muchas de las cuales ya se han convertido en amigos.

No todo ha sido un camino de rosas hasta llegar aquí. La vida del entrenador no es sencilla. He pasado momentos complicados, de dudas, de incertidumbres, alguna noche sin dormir y muchas horas de trabajo.
Siempre he intentado mejorarme a mi para poder mejorar a los demás. Me he exigido una barbaridad y me he partido la cabeza para buscar soluciones. Todo esto junto con el esfuerzo, el trabajo y la dedicación de TODOS nos ha llevado al éxito por el camino de los buenos resultados (aunque en el fútbol no siempre es así). Por eso hoy puedo decir que me marcho satisfecho y con la conciencia tranquila.

Estos dos últimos meses no lo he pasado nada bien. Es muy complicado mediar entre el corazón y la cabeza cuando ambos tienen intenciones opuestas. El corazón me pedía rock and roll, seguir soñando alto y firmar un pacto indefinido con la que ya es mi casa de la calle Fuente Seoane. Mi cabeza, sin embargo, me pedía parar, me hacía ver que era muy difícil exprimir más el limón e igualar lo conseguido hasta el momento. Durante este tiempo me acordé muchas veces de una conversación que tuve en su día con Dani Rodríguez:

-"Dani... ¿Cuándo sabes que te tienes que ir de un sitio?"

-"No te lo puedo decir Pery, pero te darás cuenta..."

Finalmente, tras muchas horas de debate interno dejé que saliese mi lado más frío y cabal y dejé vencer a la cabeza. Hoy me echo a un lado porque pienso que es lo mejor para mi y para el equipo. El tiempo me dará o me quitará la razón pero una cosa tengo clara: será muy difícil para mi conseguir llegar a un sitio en el que sea tan inmensamente FELIZ como lo he sido aquí.

Como dije antes no todo fue fácil en estos cuatro años. Todavía recuerdo mi primera temporada en la que el equipo venía de descender a Segunda. Nos resultó complicadísimo confeccionar una plantilla y formar un EQUIPO. A pesar de las dificultades solamente la llegada del COVID nos privó del ascenso. Ese fue, sin duda, el momento más difícil que tuve que vivir.

Nos vimos obligados a esperar durante un año y medio para volver a competir. La espera resultó eterna pero lo que vino después hizo que todo mereciera la pena. Nunca se me olvidará la clasificación épica para el play off y el posterior ascenso a Primera.

Este año teníamos claro el objetivo y así lo hablamos el primer día de pretemporada: teníamos que ser el equipo que más y mejor trabajase de los 18 que conforman la liga y luego el verde ya nos pondría en nuestro lugar. Los recursos del Club son los que son y todo se tiene que lograr a base de trabajo. Aquí no cobra ningún jugador y tampoco se pagan primas. Se entrena dos días a medio campo a las 22:00 y un día en campo entero fuera de la ciudad. Dentro de este contexto de máxima humildad en el que te enfrentas con verdaderos trasatlánticos teníamos que transformar un grupo de 24 jugadores, 18 de los cuales debutaban en la categoría, en un  equipo competitivo y medianamente fiable y lo hemos conseguido. Hemos dado la cara en todos los partidos, contra todos los rivales y cuando nos ha tocado perder lo hemos puesto muy difícil y nos hemos ido del campo con la cabeza alta.

Nos pusimos la meta numérica de los 40 puntos, objetivo que logramos en Febrero y dejamos la portería a cero en 17 encuentros. Hemos ganado el 50% de los partidos, hemos sido el segundo equipo que menos goles ha encajado de toda la categoría (a 1 del primero) y sobre todo hemos logrado ser un equipo identificable que por momentos ha jugado bien al fútbol. Afirmo, sin miedo a equivocarme, que la temporada ha sido de NOTABLE.

Pero más allá de los objetivos conseguidos y de los resultados cosechados mi estancia en el Orilla me ha servido para crear un vínculo inquebrantable con todas las personas que conforman esta gran familia. No me llegarían las palabras para agradecer a TODOS el apoyo y el cariño que han tenido hacia mi y hacia mi familia durante estos años:

· A ti Alfonso por esa calma transmitida en todos los momentos, en los buenos y en los malos. Gracias por el esfuerzo para que prolongase mi estancia aquí y por abrirme las puertas del Club para siempre. Estoy convencido de que esto no será un "adiós" sino un "hasta pronto". Ojalá más presidentes honestos y honrados como tú.

· A toda tu junta directiva: Jaime, Ucha, Tonecho, Santi, Maceiras y Alicia.

. A Lolo todo el cariño y afecto del mundo. Va a ir todo bien.

· A mi amigo Zenga por todo el trabajo desarrollado y por el trato personal que une a nuestras familias. Siempre detallista conmigo y con los míos (sigue trayendo larpeiras a casa por favor).

· A Iván García, de enfrentarnos en los banquillos a una amistad cercana y verdadera. Director deportivo con una capacidad de trabajo impresionante. Echaré de menos tus llamadas y nuestras charlas interminables. Acuérdate de la fórmula que creamos tú y yo para la política de fichajes. Ahí seguirás teniendo la clave del éxito amigo. Seguiré ayudándote en lo que pueda a cambio de un buen cocido en la finca.

· A Chucas, corazón gigantesco, jugador número 12 y encargado de amenizar el vestuario en la victoria y en la derrota.

· A Rafa, utillero y preparador de bocadillos. Trabajo invisible pero muy necesario.

· A Guille y a Álex, no me olvido de las temporadas a vuestro lado. Fue un verdadero placer chicos.

· A los conserjes de la Torre y de Uxes, en especial a Tonecho, Fran, Diego y Patiño. Muchas gracias por ayudarnos en el día a día y por ese mimo especial con el primer equipo del Orillamar.

· A María, la jefa de las cenas. Una de las cosas que más ilusión me hizo estos años fue volver a tener contacto contigo después de tanto tiempo. Prometo ir a verte de vez en cuando a Los Ángeles porque un trocito de mi vida también está en ese local.

· A Kevin y a Mantiñán por vuestra disposición para ayudar al primer equipo, así como a los juveniles que nos han echado una mano en momentos puntuales. 

· A todos los entrenadores con los que he tenido contacto de una forma u otra durante este último año: Jandro (Narón), Carlocho (Brexo Lema), Borja y Antón (Xuv. Crendes), Manel (Miño), Dani (Caión), Rubén García (Laracha), Vicente (Vizoño), Xaqui ( O Val),... Siempre fue enriquecedor escucharos. Gracias por vuestra colaboración en momentos puntuales. Un entrenador sólo es entendido por el que también se sienta los domingos en un banquillo.

· A ti Andrés Pena. ¡Qué cantidad de horas hemos pasado en la carretera! Hemos cumplido el sueño de Dani de entrenar juntos y eso me hace tremendamente feliz. Has tenido un papel FUNDAMENTAL en esta temporada. Sé de tu boca que estás orgulloso de mi y quiero que sepas que yo también lo estoy de ti. En esta casa se te quiere mucho y siempre te estaré agradecido AMIGO.

· A vosotros hermas. Iván y Diego habéis estado a mi lado desde el primer día, en todos los entrenamientos, en todos los partidos. Siempre aportando, con buena cara, con buenas palabras. Sin vosotros hubiera sido IMPOSIBLE lograr todo. Sois el ejemplo perfecto de amor a unos colores. Gracias por abrirme las puertas de vuestras casas y por dejarme entrar en vuestras vidas. Sois los amigos que cualquier persona quiere tener. Os voy a echar muchísimo de menos. ¡Os quiero un montón hermas!

· A mis capitanes: Tojo, Lopi, Dani, Hugo y Santi. También hemos estado juntos desde el primer día. Nada de esto hubiera tenido sentido sin vosotros. Portadores del brazalete en el campo y fuera de él. Fuisteis, sin daros cuenta, el nexo que provocó la comunión perfecta de cuerpo técnico y plantilla. No puedo ser objetivo con vosotros. Aquí tendréis siempre un amigo a vuestra disposición. 

· A todos los jugadores que he tenido la suerte de dirigir durante estos cuatro años. Gracias a vosotros hoy soy mejor entrenador. Primero personas, después futbolistas. La clave de todo estuvo ahí, en el vestuario, en el grupo, en LA FAMILIA. Gracias por vuestra dedicación y compromiso con el equipo y con el Club. Todo el éxito es vuestro. Yo sólo intenté echaros una mano.

· A ti Sara, por todas las horas que te robé, por tus terapias cuando los resultados no se daban, por dejarte enfrascada con biberones, baños y pañales cuando me iba a entrenar 3 días a la semana. Por tu buena cara cuando me marchaba los domingos y no me quedaba con vosotros a comer. Por disfrutar y sufrir conmigo de esta aventura. Eres la gran PROTAGONISTA de todo. 

No es fácil decirle a tu hijo de 7 años que te vas. En su cabeza no entra que te marchas de un sitio en el que ve a su padre disfrutar como nunca antes. Ahora me toca ver los toros desde la barrera. Os voy a echar muchísimo de menos a TODOS, pero no me iré lejos, me tendréis cerca para seguir celebrando todo lo bueno que le pase al Orillamar.

Por último os pido un favor: inculcad a los nuevos que lleguen los valores de este Club, la importancia de vestir estos colores, el amor y el respeto a este escudo, igual que hicisteis conmigo y con mi familia. Da igual el tiempo que pase. A mi ya me robasteis un pedazo de mi corazón porque YO SIEMPRE SERÉ DEL ORILLA.

PERY LÓPEZ