La semana pasada la Juventus de Turín dinamitó el mercado de fichajes abonando 90 millones de euros al Nápoles para hacerse con los servicios de Gonzalo Higuaín. Respecto a este fichaje son varios los datos a tener en cuenta:

- Es el tercer fichaje más caro de la historia, por detrás de los traspasos de Bale y Ronaldo al Real Madrid.

- Es el fichaje más caro de la historia del fútbol italiano.

- Es el fichaje más caro de un jugador de su edad (28 años).

El delantero argentino se convirtió la temporada pasada en el máximo goleador histórico de la Serie A al conseguir anotar 36 goles, una cifra muy difícil de alcanzar hasta la llegada de los "extraterrestres" Messi y Cristiano Ronaldo a la liga española.

Esos 90 millones de euros estaban fijados como cláusula de rescisión para disuadir a cualquier equipo de un futuro interés por el futbolista. Seguramente los dirigentes del club napolitano jamás imaginaron que ningún equipo osara a pagar tal cantidad. Ni los dirigentes, ni yo personalmente.

Conocí a Higuaín gracias a su paso por la liga española, después de que el Real Madrid hiciese oficial su fichaje en el mercado de invierno de 2006. A pesar de que durante su etapa en Madrid vivió temporadas con poca participación debido a la alta competencia en su puesto, siempre consideré a Higuaín un gran futbolista que fue creciendo año tras año hasta convertirse en el jugador que es ahora: delantero fuerte, muy trabajador, con buena conducción de balón y buen golpeo, no exento de habilidad y sobre todo un jugador muy inteligente tácticamente (siempre ofreciendo soluciones a los compañeros con balón) y muy decisivo en el área. El olfato goleador lo ha ido demostrando siempre que ha tenido oportunidad y sus registros están ahí. Cuando hablamos de un delantero nos fijamos en sus registros anotadores. Puede parecer un dato frío, pero es que los futbolistas de las características de Higuaín viven precisamente de eso, del gol. Ese es su objetivo único y final.

Volviendo al tema que tratamos, cuando se produce una operación como la de la semana pasada, es inevitable escuchar comparaciones del tipo "si Higuaín cuesta 90 millones, cuánto costará Messi o Ronaldo..." A mi modo de ver las comparaciones en cualquier ámbito de la vida, incluído el fútbol, son innecesarias, pero entiendo que son humanas y por tanto inevitables.

Yo soy de los que piensa que el gol vale dinero, porque un jugador que te garantice goles es muy difícil de encontrar hoy en día. Ahora bien, ¿es exagerada la cantidad pagada por Higuaín? Yo personalmente no me atrevo a contestar. Y no lo hago por varios motivos:

-Primero, soy un ignorante en la materia y la verdad es que no sé el precio que debe de tener cada futbolista. ¿En qué criterios hay que basarse? Hace unos días leía en el diario Marca (http://www.marca.com/primera-plana/2016/07/24/5793b2db468aeb45528b45b8.html) que existía una fórmula llamada MERC para saber el valor de mercado de los futbolistas, basándose en diferentes variables: edad, puesto en el campo, títulos conseguidos, repercusión mediática,...Según esta fórmula Griezmann, por ejemplo, sería más caro que Messi. A mi me quedan muchas dudas respecto a esta teoría.

-Segundo, soy muy escéptico respecto a las cantidades que se escuchan en los medios. Y lo soy, no respecto de este fichaje, sino de todos los fichajes. Todos sabemos que existen presidentes, gestores, grupos de inversión, representantes, etc y sólo ellos saben la cantidad exacta invertida en tal o cual jugador. Hay porcentajes y primas de por medio y lo que nos llega  a los ciudadanos se puede parecer a la realidad, pero pienso que no siempre es así.

-Tercero, no soy futurólogo. No sé lo que va a pasar en un futuro. Si en pretemporada Higuaín rompe tibia y peroné y no vuelve a ser el de antes, pues será un dinero tirado a la basura. Si por el contrario, Higuaín le da a la Juventus 35 goles de media en sus 4 años de contrato, ayuda al equipo a ganar algún título continental y vende millones de camisetas pues entonces diré que los 90 millones han sido una gran inversión.

Por todos estos motivos no puedo contestar a la pregunta de si es o no desorbitada la cantidad pagada por el ariete. Entiendo que a la gran mayoría de la gente le parezca una locura, pero el tiempo le dará o le quitará la razón a la Vecchia Signora.