Fútbol de Élite
Personajes Del Balón
La voltereta de Hugo
septiembre 16, 2016
Hace unos días debatía con mi primo Tomás (responsable técnico del blog) sobre varios temas relacionados con el fútbol, y después de unos minutos repasando mentalmente partidos y jugadores históricos, coincidíamos en señalar a un futbolista como uno de nuestros héroes de la infancia. Hoy en "Personajes Del Balón" voy a intentar hacer un pequeño homenaje al mejor jugador mexicano de todos los tiempos: Hugo Sánchez.
Ya sé que hay un Hugo antes y después, pero para mi hay un Hugo supremo, que alcanza su máxima expresión como futbolista: el Hugo del Real Madrid. Ese delantero con andares "chulescos", con los cordones de las botas rodeando sus tobillos y que remataba todo balón que le llegaba.
Él mismo reconoció varias veces que su etapa más bonita como jugador fue en el Real Madrid. En este club estuvo 7 temporadas, entre los años 1985 y 1992, en los que jugó 282 partidos oficiales y marcó la friolera de 208 goles.
A nivel individual sus números son incuestionables y a nivel colectivo Hugo ganó en esa época 5 Ligas consecutivas, 1 Copa del Rey, 3 Supercopas de España y 1 Copa de la UEFA. Siendo unas estadísticas espectaculares, yo creo que la consecución de algún título europeo en forma de Copa de Europa habría sido el broche perfecto a su carrera como madridista.
Hijo de futbolista y hermano de gimnasta, el deporte era su único camino. Cuenta Hugo que el legendario remate de chilena se lo vio hacer a su padre por primera vez en un partidillo con los amigos, cuando él tenía apenas 4 años, y que a partir de entonces fue perfeccionando la técnica a base de horas de entrenamiento y de repeticiones hasta llegar a hacerla de forma natural, utilizándola habitualmente en muchos partidos. Recuerdo que en ocasiones tenía la oportunidad de rematar de cabeza y él cambiaba la orientación de su cuerpo en unas décimas de segundo, perfilándose para hacer la chilena. La mayoría acababan en gol, pero dejó una para el recuerdo ante el Logroñés en el Santiago Bernabéu. Aun es hoy el día que muchos jugadores profesionales y amateurs intentan conseguir ese gol de chilena.
Si por algo se caracterizaba Hugo era por su insistencia, ya que iba logrando todos los objetivos que se iba marcando. En su día se propuso jugar en el Real Madrid y lo hizo. Igualmente se propuso ser el máximo goleador español, consiguiéndolo en 5 ocasiones (la primera en el Atlético de Madrid en la temporada 84/85) y ser el máximo goleador europeo, lográndolo en la temporada 89/90. Era la primera vez que lo conseguía un jugador de nuestra liga. Aquella temporada marcó 38 goles, igualando los números de Zarra de la temporada 50/51. Llama la atención que todos los goles los marcó al primer toque, sin necesidad de hacer un control previo. Los metió con la pierna derecha, con la pierna izquierda, de falta, de penalti, de cabeza, de chilena y hasta con el pecho.
A pesar de ganar aquella Bota de Oro, él siempre se queja de que si se aplicasen por aquel entonces los coeficientes de la actualidad habría ganado dos trofeos más. Y es que en aquella época valía lo mismo un gol en la liga española que un gol en la liga búlgara. Así era Hugo, siempre quería más. El hambre que demostraba fuera del campo era la misma que demostraba en el área rival domingo tras domingo, llegando a convertirse en uno de los mejores rematadores de todos los tiempos.
Sin querer quitarle méritos, he de decir que en su etapa en el Real Madrid coincidió con una generación increíble de futbolistas: la famosa Quinta del Buitre. Este grupo de jugadores ayudó a la consecución de todos esos logros.
A pesar de los éxitos del Real Madrid de aquella época Hugo estuvo a las órdenes de 5 entrenadores en esos 7 años: Luis Molowny, Leo Beenhakker, Toshack, Di Stéfano y Radomir Antic. Todos tuvieron influencia sobre él, pero si tiene que destacar a uno se queda con el holandés, sin olvidarse de la temporada de Toshack, en la que el equipo logró marcar 107 goles en la liga.
Hoy, 30 años después de sus primeros pasos en el Real Madrid, seguimos recordando la celebración de sus goles con la famosa voltereta que le enseñó a hacer su hermana gimnasta. Por todos esos años de espectáculo, MUCHAS GRACIAS HUGO!
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