Queridos seguidores de Al Segundo Palo, no tengo la costumbre de hacer pronósticos porque muchas veces me equivoco, pero en este tema me voy a tirar a la piscina. De unos años para aquí estamos asistiendo a un fenómeno futbolístico que no tiene límites y que cada día va ganando más adeptos (ya iba siendo hora); se trata del fútbol femenino. Si tuviera que apostar diría que dentro de unos años el Futfem se podría aproximar a lo que hoy en día es el fútbol masculino. Quizás hable más con el corazón que con la cabeza, pero realmente veo que se está trabajando para ello.

Como podéis apreciar utilizo el verbo "aproximar", porque me temo que la igualdad absoluta en este ámbito va a ser muy difícil conseguirla. Pero, ¿por qué no intentarlo?

Aquí un servidor tuvo su primera experiencia en un banquillo en un equipo femenino, concretamente en una selección comarcal sub-12 y sub-14. He de reconocer que en ese momento, cuando recibí la llamada de Pili Neira para echarle una mano, jamás había visto un partido de chicas. Me sentía un poco escéptico ante la posibilidad, pero creo que fue una gran decisión por mi parte. No sólo por lo que aprendí de Pili sino por todo lo que me enseñaron esas jugadoras.

El nivel que vi desde el primer día era muy alto, equiparable a cualquier equipo masculino de la misma edad. Incluso tuve la posibilidad de entrenar a jugadoras que ahora forman parte de la Selección Española sub-16 de fútbol y fútbol sala, como es el caso de Rosalía Muíño.

En Galicia se está trabajando para que ese desarrollo del fútbol femenino se plasme y se están consiguiendo resultados a corto plazo. Son muchos los clubs que cuentan ya con su sección femenina o que están intentando formarla.

Tenemos los ejemplos claros de equipos femeninos afianzados como son el Victoria C.F., P.M. Friol, Sárdoma C.F.,At. Arousana, El Olivo, etc. Todos ellos se encuentran a un sólo paso de la máxima categoría estatal, en donde ya están clubs como el F.C. Barcelona, Atlético de Madrid, Real Sociedad, Athletic de Bilbao,...Creo que este es un ejemplo claro para saber en el nivel que nos movemos y un motivo más que suficiente para ayudar al desarrollo del Futfem desde los despachos, desde los banquillos y desde las gradas.

Yo humildemente os invito a que, si nunca habéis ido a ver un partido de fútbol femenino, acudáis y así os formareis una opinión con fundamento. No os defraudará.