Jorge González, el Mágico de Cádiz

Me vais a permitir que la primera referencia en la sección "Personajes del balón" vaya dedicada a un hombre que marcó mi i...


Me vais a permitir que la primera referencia en la sección "Personajes del balón" vaya dedicada a un hombre que marcó mi infancia en lo referente al fútbol. En esa época todos los niños teníamos un ídolo al que admirar, que generalmente jugaban en equipos grandes, pero mi caso es diferente. A mi el jugador que más me gustaba jugaba en el Cádiz C.F. y le llamaban Mágico González.

Este es mi pequeño homenaje para un futbolista diferente, que espero os traiga buenos recuerdos a los lectores con una cierta edad (como es mi caso) y que os sirva de conocimiento a los más jóvenes, para que sepáis que, aunque no aparezca en los libros como uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol, Mágico podría tener su pequeño hueco en ese elenco. Y esto no sólo lo digo yo, ya que Diego Armando Maradona, que fue su compañero durante unas semanas en el F.C. Barcelona, reconoció en su día que "Mágico podría estar entre los 10 mejores jugadores de la historia del fútbol".

Y muchos os preguntareis como un jugador de ese nivel acaba en un club humilde como el Cádiz. Pues bien, sin haber salido de El Salvador, Mágico juega para lograr la clasificación de la selección centroamericana para el Mundial del 82 de España, y lo logra a golpe de actuaciones brillantes.

Pero es en la cita mundialista donde realmente se da a conocer al mundo. A pesar del fracaso estrepitoso de la selección, Mágico brilla por encima de todos sus compañeros gracias a una habilidad innata que le permite realizar conducciones infinitas, regates y "filigranas útiles" en un metro cuadrado para desprenderse de los marcajes de sus rivales, buenos golpeos de balón de media y larga distancia, un olfato goleador espectacular y un largo etcétera de virtudes. Pero sobre todo Mágico destaca por ser un jugador diferente, "un jugador de la calle".

Tras el Mundial, son muchos los clubs interesados en contratarlo. El que partía con ventaja era el París Saint-Germain, pero cuando ya tenía todo arreglado para la firma del futbolista, éste deja plantados a los dirigentes en el hotel porque considera que "París está muy lejos".

Es en ese momento cuando surge la oportunidad de llegar al Cádiz a través de Camilo Liz, secretario técnico por aquel entonces. No sé lo que pudieron decirle para convencerlo del fichaje, pero me imagino que no hizo falta mucho, pues Mágico no era una persona con grandes pretensiones.

Así es como Jorge González llega a la ciudad andaluza y como poco a poco, a golpe de talento, se va ganando a su afición. No puede ser otra cosa más que su alta aptitud para el fútbol lo que le lleva a consagrarse en la élite del fútbol profesional, pues todos conocemos su lado oscuro fuera del campo, amén de que tácticamente hablando no era ningún virtuoso, aunque su talento le valía para suplir esas carencias. Ese talento del que tan huérfano está el fútbol actual...



A Mágico le encanta Cádiz y su vida nocturna. Le gustan las tabernas y los tablaos flamencos. Le gusta tomar sus vinos y sus copas con la gente de la calle que el domingo va a verle al Ramón de Carranza. Así es Mágico, una persona humilde que sabe de donde procede y que nuca se olvida de ello.

Y si hay otra cosa que también le gusta es dormir. Era capaz de dormir 12 horas seguidas y de quedarse dormido en cualquier sitio. Cuenta la leyenda que hasta se quedó dormido en el descanso de un partido en el Vicente Calderón mientras estaba recibiendo un masaje en la camilla y el técnico estaba dando la charla para la segunda parte.

Tras el descenso del Cádiz a Segunda División en 1984, el F.C. Barcelona se lo lleva de gira a Estados Unidos junto a Maradona. El club catalán veía en él un posible sustituto del "Pelusa", que ya lo tenía casi hecho con el Nápoles. Pero en esas semanas la indisciplina sigue marcando su personalidad y tras un incidente en un hotel de California, el club catalán decide prescindir de él.

En Enero del 85 llega a Valladolid. En este club lo intentan tener controlado, pero Mágico no está a gusto ni con la ciudad, ni con su temperatura, ni con la infinidad de multas que tiene que pagar por sus continuos actos de rebelión. Todo esto se traduce en el campo pues sólo juega 9 partidos y marca 2 goles. Con esta muestra llego a la conclusión de que a Mágico lo tienes que querer así, tal como es, ya que es imposible moldear una personalidad tan marcada, digna de un genio. Es como un animal que no puede estar en cautividad, Mágico tiene que ser libre.


Así, en la temporada 86/87, Jorge vuelve a su querida tierra de adopción, a su Cádiz del alma para dar 5 temporadas de exhibiciones y alegrías sobre el campo. Su vida nocturna y de juerga vienen acompañándole también. David Vidal, entrenador del Cádiz en esos años lo va a buscar personalmente por los bares y las discotecas, pero él se esconde del marcaje detrás de la barra, en los baños o junto al pinchadiscos de turno.

El entrenador gallego, conocedor del potencial del jugador, es consciente de que no puede sacarle más jugo a su fruta más cotizada porque Mágico es así y no hay manera de cambiarlo.

Un día, cansado de su comportamiento y de sus ausencias decide dejarlo fuera de la convocatoria. Mágico le recrimina la decisión encendiéndose un cigarrillo delante del míster, provocando su furia. Vidal le tira un órdago al jugador y le dice que si es capaz de darle 30 toques a la cajetilla de Winston sin que caiga al suelo, le permitirá fumar sin pagar multa por ello. Mágico no le dio 30, le dio 50 toques a la cajetilla. Genio y figura.

A día de hoy, y tras una encuesta publicada en 2011, un gol de Mágico al F.C. Barcelona en el Camp Nou en la temporada 87/88 sigue siendo considerado el mejor gol de la historia de la liga. Creo que con esto queda todo dicho.

 Os dejo, para acabar con una cita del propio Mágico González que define su filosofía de vida: "Reconozco que no soy un santo, que me gusta la noche y que las ganas de juerga no me las quita ni mi madre. Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en el coco: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme".

Desde aquí, desde mi humilde blog, un seguidor acérrimo tuyo te agradece la huella que has dejado en su infancia. GRACIAS MÁGICO!
 

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2 comentarios

  1. impecable, saludos desde EL Salvador.

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  2. Muchas gracias Tony. La verdad es que me hizo mucha ilusión escribir este artículo.
    Un saludo.

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