Todavía con la resaca del verano, con las toallas de la playa, con las últimas cervezas en las terrazas y con las vacaciones sin terminar ya hemos vivido el fin de semana pasado el arranque de la Liga en Primera División.

Y comenzó de manera espectacular, con muchas sorpresas y con nada menos que 40 goles entre todos los partidos. Esto hace una media de 4 goles por partido, aunque hay que especificar que 18 goles, casi la mitad del total se marcaron en solo 2 partidos: Barcelona 6 - Betis 2 y Sevilla 6 - Español 4. Estos datos tan atractivos para el espectador no resultan igual de satisfactorios para los técnicos.

A los entrenadores nos gusta tener todo bajo control, que nada se nos escape y si hay algo, por lo menos es mi caso, que buscamos siempre para nuestros equipos es evitar encajar goles. Soy de los que piensa que los equipos se construyen desde atrás y que el orden y la seguridad defensiva pueden darte muchos puntos, sea en la categoría que sea. Pero para conseguir ese objetivo de encajar poco se necesita tiempo y es clave ajustar muchas piezas. Sólo de esta manera se puede explicar la sangría de goles de la primera jornada.

Año tras año vemos como la Liga comienza a mediados del mes de Agosto, y lo peor es que ya nos hemos acostumbrado a eso. Da la sensación de que aun fue ayer cuando estábamos despidiendo la temporada pasada y ya empezamos la competición oficial de la temporada 2016/17. Solamente un desastre en la confección del calendario oficial puede explicar esto.

Los equipos todavía están en pretemporada, están empezando a rodar y sus plantillas está aun formándose, pues el mercado se cierra a finales del mes de Agosto. Hay jugadores que juegan estas primeras jornadas en equipos que no van a ser los suyos y otros jugadores que todavía no han llegado. Una chapuza más de los cerebros que mandan en esto y que no logro entender.

Pero mientras tanto los puntos van empezando a sumarse a los casilleros de los equipos y valen tanto como los puntos conseguidos en Octubre o Marzo. De ahí la satisfacción y el optimismo de los seguidores de los equipos que ganan y el derrotismo de los aficionados de los equipos que pierden.

Desde aquí quiero mandar un mensaje de tranquilidad a todos los lectores, sean del equipo que sean. Y les pido que levanten un poco la cabeza para otear el horizonte, que vean más allá, que cambien la perspectiva. Esto acaba de comenzar. Sólo estamos en la salida de una carrera de fondo que dura 38 etapas. Siempre es bueno empezar con buen pie, pero todavía queda más del 95% de la competición, así que cualquier conclusión que se haga será precipitada. Cuando pienso en esto siempre recuerdo los dos primeros partidos de Liga del Barça de Guardiola: 1-0 en Los Pajaritos y 1-1 en el Nou Camp contra el Racing de Santander y la prensa y aficionados cargando contra el fichaje del nuevo entrenador. De locos!

El tiempo se encarga de poner a cada uno en su sitio siempre o casi siempre y más en una competición como ésta, un torneo de regularidad. En el 99% de las ocasiones los equipos acaban la Liga en la posición que se merecen. Así que despacito y buena letra que aun estamos en Agosto.