Los reyes de Oriente

Hace unos días leía en un diario deportivo  una noticia triste , que me dejaba una sensación de preocupación en el cuerpo. El preside...



Hace unos días leía en un diario deportivo una noticia triste, que me dejaba una sensación de preocupación en el cuerpo. El presidente del Celta, Carlos Mouriño, está pensando en vender su paquete accionarial a unos inversores chinos. Aunque también se especula con la posibilidad de que los inversores sean norteamericanos, gana enteros el dinero asiático.

Y la verdad es que no es un hecho aislado. Según he podido leer en el artículo de Armando Álvarez "Tiempos de Monzón", hace poco más de año y medio el gobierno chino puso en marcha un plan de desarrollo de su fútbol con dos vías de actuación perfectamente definidas:

- Primero: a nivel interno las empresas privadas y los entes públicos dan un empujón a la Superliga china. De esta forma, varios clubs firman el retiro dorado a algunos futbolistas venidos a menos a cambio de una cuantiosa suma de dinero, como es el caso del fichaje de Jackson Martínez por 42 millones de euros.

- Segundo: la otra vertiente, mucho más preocupante que el empujón del fútbol chino, consiste en el desembarco del empresariado chino en el fútbol europeo. En un primer momento, el dinero llega en forma de patrocinio de camisetas. Ahí están los casos de Huawei en el Atlético de Madrid o de Qbao en la Real Sociedad. Hasta este momento nada nos preocupa.

El problema llega cuando desde el país asiático quieren dar un paso más y se pretenden introducir en el accionariado de los clubs a golpe de talonario, como recientemente ha ocurrido con el Espanyol o el Granada. Son dos casos diferentes, pues en el del Espanyol los chinos controlan el 56% de las acciones, mientras que en el caso del Granada la empresa Desport, propiedad de Jiang Lizhang, ha comprado por 37 millones de euros el 99% de las acciones a la firma que las detentaba, propiedad de la familia Pozzo. El empresario chino ha puesto como cabeza visible a nivel deportivo a Pere Guardiola (hermano de Pep), representante de jugadores y amigo íntimo del líder de Mediapro, Jaume Roures. Qué mal huele todo esto!

Y estos no son los únicos casos vividos en la Liga. Tenemos el ejemplo del Valencia, en manos de Peter Lim desde 2014. El de Singapur controla el 70% de las acciones del club ché.


Años antes también dio mucho que hablar la venta del Málaga al miembro de la familia real de Catar, el jeque Abdullah ben Nasser Al Thani.

Los proyectos del Valencia y del Málaga se han ido desvaneciendo con el paso del tiempo. Todas las promesas realizadas al desembarcar en España han caído en saco roto y ahora los clubs no tienen el futuro que sus aficionados imaginaban. Sólo hay que preguntarles ahora qué opinan al respecto.

Y aquí es exactamente a dónde quería llegar, a los aficionados ¿Qué es el fútbol sin aficionados? Ya os lo digo yo: NADA. Bajo mi punto de vista el club debe contar siempre con esos aficionados, esas ciudades y esas personas que pagan su abono religiosamente. El fútbol de hoy en día es un negocio, pero no todo puede valer ¿Qué será lo próximo, que el Málaga o el Valencia cambien de sede y jueguen sus partidos fuera de la ciudad?

Es verdad que todos los clubs pasan por penurias económicas debido a la explosión de la burbuja futbolística, muy relacionada con la del ladrillo, por cierto. Todos los clubs vivieron años atrás por encima de sus posibilidades y todos tienen que asumir su parte de culpa. Es verdad que hay que buscar inversores debajo de las piedras, no lo critico. Pero ojo, no a cualquier precio. Los clubs son empresas, es cierto, pero no son empresas al uso. Detrás hay un sentimiento, una forma de vida que sólo los aficionados entendemos. Y esto tiene que quedar muy claro.

Por todo esto, desde aquí, le pido a Carlos Mouriño que recapacite. Su caso es diferente al de los demás. El club que preside está saneado. Y lo está gracias a su gestión y a la de su equipo, que han ido ajustándose el cinturón hasta llegar al día de hoy. Sé que el "presi" está agotado. No tiene ayudas institucionales ni respaldo de ningún tipo. Todo son trabas con sus proyectos de mejora, entre las que está la ciudad deportiva o el campo de fútbol.

Entiendo también que, por lo que dicen los mentideros, la oferta china ronda los 120 millones por un paquete de acciones que en su día costó 20. Algo que tienta a cualquiera.

Entre el agotamiento mental, la oferta económica, la falta de interés de su familia en seguir con el proyecto,...Carlos Mouriño se encuentra desbordado y se lo está pensando. Se está tomando su tiempo porque es un hombre coherente que ama a su club, y que no lo quiere dejar en  manos de cualquiera. Yo confío en él. Para mi ha sido, sin duda, el mejor presidente que ha tenido la entidad olívica desde que yo recuerdo. Por el bien del club y por el bien del fútbol, en general, espero que tome la mejor decisión. La afición del Celta está pasando unos días duros de incertidumbre, que espero que tengan un final feliz. Al fin y al cabo el club es de todos ellos.

Los Reyes de Oriente existieron hace más de 2000 años. Ya no están entre nosotros.

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