Desmontando el Balón de Oro

El fútbol es un deporte precioso. Es el deporte perfecto, bajo mi punto de vista. Por el trabajo bien hecho hay recompensas en forma ...



El fútbol es un deporte precioso. Es el deporte perfecto, bajo mi punto de vista. Por el trabajo bien hecho hay recompensas en forma de trofeos. Podemos hablar de la Liga como el torneo de la regularidad, la Copa como el torneo del KO o los torneos internacionales como aquellos en los que compites contra tus iguales del continente por ser el mejor de los mejores.

En una clasificación básica de los deportes nos encontramos con una diferenciación clara: deportes individuales VS deportes colectivos. El fútbol entra, claro está, en el segundo grupo, pues es el trabajo de un gran grupo de personas el que lleva a conquistar aquellos trofeos o a lograr cualquier otro objetivo, sea el que sea.

No concibo el gol de un jugador sin la participación de sus compañeros. No concibo el fútbol sin la ayuda de todos los que rodean a un jugador. No concibo este deporte sin la idea clara y precisa de la palabra "EQUIPO". Es por ello que el premio Balón de Oro me parece una mentira. Una forma de alimentar los egos desmedidos de los futbolistas. Un menosprecio hacia muchos compañeros del ganador del premio. Por eso detesto este premio. No lo entiendo y, por supuesto, no comparto su idea ni su fundamento.

Este premio tiene una larga trayectoria y poco a poco ha ido adquiriendo una gran dimensión debido a la evolución general de la sociedad hacia el individualismo en un grado supremo. En 1956 el director de la revista France Football, Gabriel Hanot, se saca de la manga la brillante idea de premiar al mejor futbolista europeo o con nacionalidad europea (véase el caso de Di Stéfano) de cada temporada. A partir de su nacimiento son muchas las normas que se van modificando, siempre al antojo e interés de la prestigiosa revista francesa.

En 1995 abren un poco la mano y ya se permiten el privilegio de poder otorgar el premio a jugadores no europeos. Eso sí, estos jugadores tienen que jugar obligatoriamente en clubs europeos. El resto están vetados. Viva la libertad, igualdad y fraternidad.

Ya que las normas seguían siendo un poco restrictivas, los responsables del Balón de Oro se dieron cuenta en el 2007 que cualquier jugador de cualquier equipo del mundo tenía derecho  recibir el galardón. Para mi gusto esta norma llegó demasiado tarde.

En Brasil se jugaba al fútbol antes del año 2007. Y dicen que en el Santos había un jugador bastante bueno (para algunos el mejor) llamado Pelé que no tiene ningún Balón de Oro.

Años más tarde surgió la figura de un argentino que llegó a Barcelona y después fichó por el Nápoles para enamorar a todos los que nos apasiona este deporte. Su nombre: Diego Armando Maradona. Pues bien, éste tampoco tiene ningún Balón de Oro. Perdón, tiene uno. A título honorífico concedido en 1995, cuando France Football se da cuenta de que había estado metiendo la pata todos estos años.


En 2010 el grupo editorial de la revista, denominado Amaury, y los altos dirigentes de la FIFA llegan a un acuerdo mediante el cual los trofeos al Jugador Mundial de la FIFA y Balón de Oro pasaban a formar un solo galardón, que llevaría el nombre de FIFA Balón de Oro. Comienza la época de las grandes galas: jets privados, trajes extravagantes, gritos al micrófono, alfombras rojas para futbolistas y acompañantes,... Es el paseo de la fama del fútbol. Mientras tanto la revista y la FIFA se frotan las manos ante el negocio que tienen delante. Millones de telespectadores pendientes de la ropa de Messi o del pendiente de Cristiano. ¡Qué fútbol tan maravilloso!

Esta fórmula duró hasta el año pasado. En este 2016 se recupera el formato original y la FIFA ya no está presente. Seguramente el dinero sea el motivo del divorcio entre las organizadoras. Este año el ganador se ha decidido con la fórmula de siempre: por los votos de los periodistas. Como español que soy, este año me representó en la votación la "opinion" de Alfredo Relaño. ¡Olé ahí, viva el vino!

Entre los años 2010 y 2015 también tenían derecho a voto, además de los periodistas, los seleccionadores y capitanes de las selecciones nacionales. Toda una muestra de objetividad e imparcialidad. Los votos eran una broma: cada uno votaba a su amigo, a su compañero de equipo, a su compatriota,... De hecho en los años 2010 (Messi) y 2013 (Cristiano) los premios hubieran recaído en Sneijder y en Ribèry, si sólo se tuvieran en cuenta los votos de los periodistas. Debe ser que el holandés y el francés no tienen muchos amigos entre sus colegas.

¿Cómo le puedo tener respeto a un galardón de este tipo? Ni puedo ni quiero tenérselo. Para mi no vale nada. Es un cero a la izquierda. Según el artículo 9 del Reglamento del trofeo se tienen en cuenta a la hora de entregarlo los siguientes parámetros: los resultados obtenidos individual y colectivamente, la clase del jugador (talento+juego limpio), su carrera profesional y la personalidad y carisma que posea. Mis preguntas son: ¿Puede ser ganador del Balón de Oro un chico con muy corta carrera profesional? ¿Cómo se mide la clase de un jugador? ¿Cómo se mide la personalidad? ¿Y el carisma?


Es, cuanto menos, llamativo que en 60 años de historia solamente un español (nacido en España) haya conseguido el premio: Luis Suárez. A mi, personalmente, me gusta porque puedo presumir que nací en la misma ciudad que él. Y no sólo eso, sino que además soy del mismo barrio. Es de todos conocida la rivalidad deportiva (y no sólo deportiva) que existe entre españoles y franceses, pero cada año que pasa esto huele peor.

No sé lo que opinarán jugadores como Raúl (superado por Owen en la votación), Xavi o Iniesta sobre este galardón, pero es curioso que todos cuelguen las botas sin haber conseguido tan prestigioso premio. Quizás no hayan tenido la clase, la personalidad ni el carisma suficientes,...

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2 comentarios

  1. Acertadísimo artículo. Este premio ha perdido la solera y además ha entrado en un nivel de compadreo que sobrepasa los límites de cualquiera. Por poner un ejemplo, Que Cristiano Ronaldo tenga más balones de Oro que Cruyff, que Beckenbauer, que Van Basten, que Iniesta, que Zidane o que Best es simplemente un despropósito. Por balones de Oro es el segundo mejor de la historia, para mí no entra ni en el top 25. Saludos!!

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Era un galardón con mucho tirón pero cada año que pasa va a menos. Una auténtica pena!

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