Punto y final a mi 16/17. Parte 1.

Llevo un mes de locos. De llamadas de teléfono. De mensajes. De pantalla de ordenador. De ver partidos y entrenamientos. De tomar imp...



Llevo un mes de locos. De llamadas de teléfono. De mensajes. De pantalla de ordenador. De ver partidos y entrenamientos. De tomar importantes decisiones. De conocer gente. De despedirme de jugadores. De enfados y frustraciones. De alegrías desproporcionadas. Llevo en la mochila un mes cargado de fútbol, de mucho fútbol. Tanto es así que en ocasiones, como en el día de ayer, ocupo más de 12 horas a este mi querido deporte. Sarna con gusto no pica suelen decir.

Ante este panorama lo primero que tengo que hacer es pediros disculpas porque me ha costado mucho encontrar un hueco en la agenda para poder escribir un nuevo artículo en mi blog. Creo que a partir de ahora gozaré de más tiempo libre y volveré a coger el hábito del bolígrafo y el papel. Al fin y al cabo hay pocas cosas que me relajen tanto.

Esta montaña rusa de emociones comienza hace unas semanas cuando recibo la llamada del "jefe" del Club, Chechu Vales, ofreciéndome la posibilidad de formar parte del staff técnico del primer equipo para la temporada 2017/2018. Nuestra conversación duró menos de medio minuto. No había mucho que decir. Hay trenes que sólo pasan una vez por la puerta y no estaba dispuesto a dejarlo marchar. ¿Poder trabajar en una categoría nacional como es Tercera División? Aparte de ser una categoría semi-profesional en muchos casos, la Tercera gallega es una división que sigo desde niño. Una categoría bonita a la par que complicada, que me dará muchas opciones de seguir aprendiendo.

Todos pensareis, igual que yo, que la oportunidad me llega demasiado pronto. Es verdad que aquel día, después de la conversación con Chechu, sufrí 5 minutos de vértigo. Al fin y al cabo todavía estoy acabando el nivel II en la Escuela de Entrenadores. ¿Por qué yo? No lo sé. Quizás porque vivo esto como algo vocacional. Como un estilo de vida. Porque siempre he soñado con hacer lo que más me gusta. Y entrenar y estar en un banquillo es, para mi, lo más bonito del mundo. Con todas las frustraciones y los sinsabores que ello conlleva.

Hace unos días me decía mi amigo Edu Expósito (que acaba de debutar en Primera División con el R.C. Deportivo) que el tiempo es relativo y que las oportunidades nunca llegan demasiado pronto, simplemente llegan y se trata de estar preparado para aprovecharlas. Total, ¿qué tengo que perder? Conozco el Club, conozco a la directiva, conozco al staff y a una parte de los jugadores que continuarán el año que viene. Con todos me entiendo bien y estoy a gusto. Blanco y en botella.

La aceptación del cargo trae consigo la responsabilidad de ayudar a la confección de la plantilla de la próxima temporada. La función de secretario técnico que acabo de asumir es difícil y sacrificada. Me quita muchas horas al día. Pero ahora dispongo de todo ese tiempo ya que recientemente se ha rescindido el contrato con la empresa en la que he trabajado los últimos 10 años.

Entonces, ¿sólo te dedicas al fútbol? Si señores. Y no puedo ser más feliz de lo que soy ahora mismo. Es verdad que me tendré que apretar más el cinturón y que no podré vivir de forma tan desahogada como antes, pero llegaré a casa con una sonrisa en la boca después de hacer lo que más me gusta.

Sólo me queda dar las gracias a todas esas personas del Silva S.D. que han apostado por mi. Les prometo trabajo e ilusión. Aquí me tendrán para todo lo que pueda ayudar, para todo lo que esté en mi mano. Intentaré aportar mi granito de arena para que este Club siga dando pasos hacia delante.

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