Lunes, 10 de Julio. Fecha marcada en rojo en el calendario de mi casa y en mi cabeza. Esta tarde comienza la temporada 2017/18 del Silva SD. Esta tarde comenzamos a trabajar. En el césped, porque fuera de él, en las oficinas, el Silva es un Club que nunca para de funcionar. Su maquinaria está en movimiento 24 horas al día durante 365 días al año.

Desde el día en que finalizó mi etapa con el equipo infantil, comencé mi labor en la dirección deportiva. Desde finales de Abril he estado trabajando en este proyecto. Para quien no lo sepa le diré que el Silva es uno de los clubs con menos presupuesto de la Tercera División gallega. Fichar a un jugador se convierte, en ocasiones, en misión imposible. En este apartado es imprescindible el trabajo de personas como Chechu Vales, Javi Bardanca, Óscar Martínez, Joao Paulo García o Jaime Viejo. Todos hemos trabajado en equipo y hemos estado aportando ideas durante todo este tiempo. Ha habido momentos muy buenos y otros no tanto. Quizás por mi falta de experiencia en esta labor, en ocasiones me han pesado en exceso las operaciones que no podía cerrar. Pero en estos casos he tenido a mi lado a ese "enorme" grupo humano que antes citaba para animarme a continuar peleando. Y así ha sido. Como en una pequeña familia todos me han arropado en los momentos más delicados. Tengo mucho que agradecerles en este sentido. Al fin y al cabo todos ellos ya tienen callo en estos temas.

Ahora que ya está muy avanzada la confección de la plantilla comienza el trabajo de campo. Una vez que el equipo tiene los elementos hay que hacerlos funcionar y sacarles el máximo rendimiento. Ya no estoy en fútbol formativo. Aquí se exigen resultados. Hay presión para conseguirlos. Los que me conocen un poco saben que estoy en mi salsa. Me gusta la competición. Quizás ése es mi hándicap como entrenador de fútbol formativo: me gusta mucho ganar.

Este verano me han llamado varios equipos de A Coruña y alrededores ofreciéndome la posibilidad de entrenar en la base. A todos les estoy inmensamente agradecidos. Por tiempo libre podría ser capaz de compaginar las dos cosas, pero este año quiero centrarme únicamente en ayudar al Silva en todo lo que pueda. Pienso que es mejor hacer una cosa al 100% que no dos cosas al 80%.

Respecto al equipo hay gente que ya está hablando de objetivos en el mes de Julio. Yo soy más prudente. Hace poco me preguntaba un jugador: "Pery, ¿a dónde vas sin objetivos?" Yo creo que los objetivos los va marcando el día a día y la propia competición. El fútbol tiende a ser un deporte que pone a cada uno en el lugar que le corresponde. Con el paso de las semanas y la acumulación de trabajo se podrá poner el listón más arriba o más abajo. ¿Acaso tenía el Rápido de Bouzas el objetivo del ascenso a 2ªB la temporada pasada?

Soy más de marcar objetivos a corto plazo. Creo ciegamente en el trabajo que hago. Confío en mi al 100%, aun sabiendo que cometo muchos errores. Creo que todos los que conformamos el staff técnico del Silva en la temporada que va a comenzar estamos preparados para hacer grandes cosas. Pero eso hay que demostrarlo día a día. Y para eso son imprescindibles las ganas y la ilusión. Me siento un privilegiado por hacer lo que más me gusta y por eso estaré deseando que llegue el siguiente entrenamiento o el siguiente partido. Veo esto como una forma de vida. Es una droga muy adictiva, difícil de explicar a la gente "corriente".

El Club va a comenzar su cuarta temporada consecutiva en Tercera. Cada año ha mejorado la clasificación anterior y el número de puntos conseguido. El Silva SD ya está asentado y empieza a tener un nombre en la categoría. A día de hoy es el segundo club más importante de la ciudad, sólo por detrás del R.C. Deportivo, en cuánto a categoría se refiere. Ésto significa que se están haciendo muchas cosas bien y pocas mal. Debe darse el mérito que tiene. Y más con los recursos de los que dispone el Club. Somos una lancha a remos en medio de una regata de grandes veleros y ésto provoca malestar entre algunos sectores del fútbol y entre algunos medios de comunicación, que no tratan al Club como se merece. El tiempo nos dirá en qué posición de la regata nos merecemos estar. Mientras tanto, "pobre del que quiera robarnos la ilusión".